DESARROLLO DE LA COLUMNA VERTEBRAL DEL NIÑO

 

Desde el momento del nacimiento, la columna del niño va recibiendo estímulos y tensiones que van condicionando su forma. El recién nacido tiene una única curva en la columna en forma de “C” que es fisiológica. Las curvas de la columna se van formando a medida que avanza su desarrollo psicomotor. Así, hasta los 3 meses aproximadamente los bebés no empiezan a desarrollar su segunda curva, la lordosis cervical. Al cabo de tres meses, en los que el bebé ha ido fortaleciendo la musculatura cervical con sus movimientos, es capaz de sostener la cabeza boca abajo y aguantarla un breve período de tiempo. Más tarde, tras practicar el tummy time (tiempo boca abajo), volteos, el gateo, la sedestación y los primeros pasos, se va formando la lordosis lumbar.

Pero en ocasiones hay obstáculos en el desarrollo que impiden o retrasan un buen desarrollo de la columna vertebral. Un buen seguimiento del desarrollo del niño desde su nacimiento nos permite corregir a tiempo ciertas alteraciones de la columna vertebral y lograr una mejor función de esta. Los factores que pueden modificar el desarrollo fisiológico de la columna pueden presentarse ya durante en embarazo.

 

Factores que influyen en la formación de la columna vertebral

Los principales factores que influyen en la formación de la columna vertebral son:

En el útero

Algunas condiciones durante el embarazo como malas posiciones del bebé en el útero o embarazos gemelares, donde el espacio es más limitado, pueden provocar tensiones anómalas que alteren la curva fisiológica del bebé.

 

En el proceso de parto

Partos largos, instrumentados, o con vueltas de cordón pueden derivar en algunas lesiones como tortícolis congénita, parálisis braquial obstétrica o tensión dural. Todas estas alteraciones pueden interferir en el desarrollo psicomotor y neurodesarrollo, condicionando posturas o movimientos disfuncionales.

 

En los primeros meses de vida

Algunas condiciones pueden alterar o enlentecer el desarrollo normal de la columna vertebral:

  • Ciertas patologías: que impidan un movimiento libre del cuerpo.
  • Hipotonía muscular
  • Pasar mucho tiempo en la misma postura
  • Traumatismos
  • Tortícolis congénita: puede llevar a trabajar más un lado del cuerpo condicionando posibles desviaciones vertebrales.
  • Plagiocefalia
  • Alteraciones en la cadera: como displasia de cadera o asimetrías.
  • Alteraciones del desarrollo motor: como saltarse alguna etapa.

 

Inicio de la marcha

Malas posturas o no haber solucionado algún problema de las etapas anteriores puede condicionar alteraciones en la marcha como caminar de puntillas, o desviar los pies. En cuanto el niño inicia la bipedestación, la base de sustentación pasa a los pies y por tanto una alteración de la pisada o una dismetría en la longitud de sus piernas puede alterar las curvas de la columna.

 

Marcha establecida

En esta etapa el niño ya ha afianzado la marcha y la columna se asemeja a la de un adulto. Pero todavía está en proceso de formación y se puede alterar su desarrollo.

En esta fase es muy importante hacer una valoración de los pies y de la pisada. Un estudio de la pisada es un estudio del pie en posición estática y dinámica. Esto nos dará información muy relevante para detectar problemas que puedan interferir en la columna.

En la etapa escolar, hay muchos factore que pueden influir en la postura y por tanto en la consolidación de la columna vertebral, por lo que debemos estar muy atentos a todos los factores influyentes como:

  • Sentarse mal
  • Llevar cargas pesadas
  • Exceso de carga visual
  • Alteraciones de la pisada
  • Asimetrías de piernas
  • Alteraciones mandibulares o de la mordida

 

Como conclusión diremos que son múltiples factores los que pueden influir en la constitución de la columna vertebral. Cada etapa requiere una valoración que nos permita prever posibles alteraciones y solucionar todo aquello que obstaculice un desarrollo armónico y equilibrado.

En la clínica Verónica Fabado hacemos un seguimiento del niño desde el nacimiento, acompañándolo en cada etapa para que su desarrollo sea lo más satisfactorio posible.