Tratamiento del pie plano en la infancia

¿A qué llamamos pie plano?

Es un motivo habitual en consulta. Los padres observan un apoyo del pie «hacia dentro» e incluso se puede observar un mayor desgaste de la parte interna de la suela del calzado.

Se caracteriza por una disminución del arco plantar y un apoyo del talón sobre su borde interno (talo valgo). Lo habitual es que no cause dolor y que sea un pie plano fisiológico.

 

¿Qué tipos de pie plano existen?

Hay dos tipos de pie plano, el pie plano rígido (poco frecuente) y el pie plano flexible. Este último es el más habitual y se considera normal hasta los 3- 4 años de edad.

En este caso (pie plano flexible) el pie tiene una estructura normal pero un aumento de la flexibilidad articular. Durante el apoyo plantar se observa un pie plano, pero el niño es capaz de ponerse de puntillas apareciendo entonces el puente.

El pie plano rígido sí que presenta anomalías en su estructura y requiere tratamiento médico. En este caso el niño no podrá ponerse de puntillas.

 

¿Cómo se forma el arco plantar?

La formación del arco plantar tiene lugar durante los primeros años de vida. El bebé nace con el pie plano. Los huesos de su pie tienen una disposición plana, su musculatura no está desarrollada por completo y existe una grasita en la parte interna del pie que aún le da una apariencia de tener menos arco plantar. La bóveda del pie se va formando a medida que se contrae la musculatura de la planta. Esta se hace fuerte y se tensa, de manera que poco a poco la estructura ósea adopta su forma arqueada.

En el recién nacido y en los primeros meses, la musculatura del pie no se contrae de forma voluntaria, sino que lo hace gracias a unos reflejos llamados reflejos primitivos. Los reflejos que encontramos en los pies son dos: el reflejo plantar y el reflejo de Babinski.

Ambos se desencadenan por contacto directo en el pie.

El reflejo plantar se desencadena con una presión en la base de los dedos y hace que el pie se flexione.

Por el contrario el reflejo de Babinski aparece con un estímulo sobre el borde externo del pie desde el talón hacia el 5º dedo, generando una extensión plantar. Estos movimientos involuntarios son los primeros estímulos para desarrollar la musculatura plantar. Es por ello que deben reproducirse muchas veces y con el patrón correcto. Debe desaparecer una vez se hayan integrado, pero para ello debemos dar la oportunidad de que se realicen miles de veces.

Con las distintas fases del desarrollo psicomotor se va trabajando la musculatura del pie, empezando con los movimientos boca arriba y boca abajo, los volteos, el reptado, el gateo y por supuesto la marcha.

 

¿Cómo prevenir un pie plano?

Cuando vemos un pie plano antes de los 3 años se considera normal, pero ya hay cosas que podemos tener en cuenta para que poco a poco la musculatura del pie se fortalezca y vaya creando el arco plantar.

  • Que el bebé/niño esté descalzo el máximo tiempo posible (siempre que las condiciones ambientales lo permitan).
  • Estimular el tacto y la sensibilidad de los pies con masajes y ofreciendo distintas texturas.
  • Evitar el calzado mientras el bebé no camine.
  • Usar calzado respetuoso. Debe cumplir una serie de requisitos: suela fina y flexible, horma ancha, sin contrafuertes y ligero. Para que no dificulte el movimiento natural del pie.
  • Trepar en el parque y trabajar el equilibrio.

 

¿Cómo es una consulta de fisioterapia para tratar el pie plano?

Cada niño es único y por ello las sesiones de trabajo son individualizadas.

En la Clinica Verónica Fabado emplearemos técnicas de fisioterapia y osteopatía específicas para cada caso.

Comenzaremos realizandos una recogida de datos para ver cómo ha sido el desarrollo psicomotor del niño, qué tipo de actividades realiza y qué calzado usa.

A continuación, realizaremos una valoración estática y de la marcha. En ellas, ee valoran los reflejos primitivos para ver su integración. Realizaremos  una exploración de las articulaciones del pie junto con tests ortopédicos.

Con todo ello podremos decidir un tratamiento individualizado y enseñar ejercicios específicos a los padres para hacer en casa.

Se estudiará la evolución del niño tras el tratamiento y, en caso de ser necesario, se derivará al profesional adecuado.