PROBLEMAS DE APRENDIZAJE Y REFLEJOS PRIMITIVOS

 

Cuando un niño aprende a leer en el colegio o tiene que estar sentado, quieto y atento durante un tiempo prolongado no solemos preguntarnos si el niño ha alcanzado el nivel de maduración oportuno para lograrlo. Damos por hecho que a cierta edad todos los niños están preparados para alcanzar los objetivos de su curso escolar, incluso aunque la diferencia de edad entre algunos alumnos sea casi de un año. Pero muchas de estas habilidades dependen del sistema motor, del control del movimiento, del equilibrio y de la coordinación corporal. Para poder leer un niño tiene que controlar la motricidad de sus músculos oculomotores, escribir requiere coordinación oculomanual y el autocontrol depende del control del cuerpo. Algunos niños les lleva más tiempo alcanzar algunos hitos del neurodesarrollo y por tanto tendrán más dificultad en realizar algunas tareas escolares.

La función cognitiva solo puede darse cuando las funciones corporales más inferiores (automáticas, inconscientes) están aseguradas y no dependen de las funciones superiores. Por ejemplo, si un niño tiene dificultades para mantener el equilibrio a través de vías inferiores (médula espinal, tronco cerebral o cerebelo) su sistema nervioso tendrá que utilizar recursos superiores (corteza cerebral) dificultando tareas superiores como la lecto-escritura.

Algunas dificultades de aprendizaje en etapa escolar no se deben a falta de inteligencia, sino a una inmadurez en su neurodesarrollo o en la forma de percibir los estímulos.  A continuación, veremos algunos de los sistemas que, de no haber madurado bien, pueden causar problemas en el aprendizaje.

 

Reflejos primitivos

Un indicador importante de la inmadurez del sistema nervioso central son los reflejos primitivos.

Los reflejos primitivos son movimientos automáticos, estereotipados hacia un estímulo concreto. Están dirigidos desde el tronco encefálico sin implicación de la corteza cerebral. Son movimientos básicos para la supervivencia del bebé en las primeras semanas de vida y que le ayudan a adaptarse al mundo extrauterino. Constituyen un entrenamiento para poder lograr luego las habilidades voluntarias.

Pero los reflejos primitivos tienen un tiempo de permanencia limitado, deben inhibirse al cabo de unos meses para poder alcanzar el control sobre sus respuestas voluntarias.

Analizar el desarrollo de los reflejos primitivos en el niño nos puede ayudar a detectar obstáculos en el aprendizaje académico.

La persistencia de reflejos primitivos más allá de su tiempo de vida puede provocar problemas físicos, académicos y emocionales en el niño.

 

La visión

Es esencial para el aprendizaje académico pero la evaluación que se realiza normalmente es sobre la agudeza visual y no se suelen estudiar parámetros como la manera en que utilizamos nuestros ojos y como percibimos el mundo (visión).

Las habilidades visuales pueden ser un indicador que cómo está programado el sistema nervioso.

Debemos distinguir entre vista y visión. La vista es la agudeza visual, la capacidad de ver nítido y es algo que acontece en los ojos. Sin embargo, la visión es la forma en la que el cerebro interpreta la información recogida por los ojos, es la capacidad de interpretar el entorno.

Las habilidades visuales y el desarrollo motor van madurando de forma paralela. Muchas habilidades visomotoras se desarrollan gracias al movimiento y a la integración de reflejos primitivos. Así, por ejemplo,  cada vez que se reproduce el Reflejo Tónico Asimétrico Cervical en el bebé se trabaja la coordinación ojo-mano.

Las habilidades visomotoras son imprescindibles en etapa escolar para representar con nuestras manos y nuestro cuerpo un concepto cuando dibujamos o escribimos. Para poder leer se necesitan unos movimientos oculares precisos y para la escritura las habilidades visomotoras deben estar bien integradas.

 

La audición

Desde el nacimiento el bebé utiliza la audición para situarse en el espacio, detectar peligros o calmarse ante una voz conocida. Poco a poco empezará a identificar sonidos y aprenderá a hablar.

Cuando escuchamos un sonido recibimos información a través de los dos oídos y esta percepción del sonido debe ser igual en ambos. Cuando esto no ocurre no oímos de forma nítida y puede provocar confusión.

Otro aspecto a tener en cuenta es la intensidad con la que percibimos los sonidos graves y los agudos. Si existe una alteración puede haber dificultad para diferenciar un sonido entre otros y provocar un déficit en la atención.

Una alteración en la percepción y en el procesamiento auditivo puede provocar dificultades de aprendizaje.

 

El sistema vestibular y el equilibrio

El aparato vestibular se sitúa en el oído interno. Se encarga de mantener el equilibrio y la postura, coordinar los movimientos del cuerpo y la cabeza, estabilizar la mirada y tener una representación corporal

El equilibrio no se tiene de forma automática, se va creando. Es la capacidad de mantener la postura corporal venciendo la fuerza de la gravedad. Cuando un bebé nace pasa de vivir en un medio acuosos a tener que adaptarse a la vida extrauterina. Uno de los principales cambios del nuevo medio es la fuerza de la gravedad. El bebé a través de múltiples experiencias de movimiento, consigue desarrollar nuevas habilidades como el tono muscular y el control postural. Es cuando alcanza la posición erguida sobre sus pies cuando comienza a mantener el equilibrio.

A veces, niños con un sistema vestibular inmaduro, sufren problemas de aprendizaje, problemas de atención, déficits del lenguaje y problemas emocionales.

Funciones como leer y escribir necesitan un sentido de dirección (en nuestra lengua, de izquierda a derecha) y esto depende del equilibrio y se consigue conociendo la posición de uno mismo en el espacio.

 

El tacto

El tacto es el primer canal de aprendizaje. A través del tacto reconocen el mundo y su propio cuerpo, por ello es un sentido fundamental para el desarrollo de la imagen corporal. Problemas de hipertactibilidad o hipotactibilidad son también un obstáculo para el aprendizaje.

 

 

Como hemos visto, los problemas de aprendizaje suelen tener una causa que deriva de un problema de neurodesarrollo. Fases del desarrollo motor incompletas, persistencia de reflejos primitivos o alteraciones sensoriales pueden un obstáculo para la adquisición de algunas habilidades académicas por lo que se recomienda hacer una evaluación por expertos en Neurodesarrollo.

En la clínica Verónica Fabado evaluamos el desarrollo psicomotor, los reflejos primitivos y la postura del niño, además de colaborar con otros profesionales como optometristas, logopedas, psicólogos y terapeutas ocupacionales para conseguir mejores objetivos trabajando en equipo.