Llanto inconsolable del bebé y Osteopatía pediátrica

 

El llanto irritativo e inconsolable del bebé puede convertirse en una gran preocupación en la familia de un recién nacido. Una vez atendidas las necesidades básicas del bebé, y sin ningún diagnóstico médico, el desconcierto está asegurado. Lo más común es pensar que pueden ser cólicos del lactante, y es posible, pero ¿qué ocurre cuando el bebé no tiene ningún síntoma digestivo ni de alimentación? La osteopatía pediátrica contempla una serie de cuadros que no suelen diagnosticarse en la medicina convencional y que puede abordar para solucionar el malestar del bebé.

 

Algunas causas de llanto inconsolable en el bebé

Algunas de las principales causas del llanto incontrolable del bebé son:

Tensión dural

Al hablar de la tensión dural nos referimos a la tensión que puede sufrir la meninge duramadre del bebé durante el embarazo o el parto. La duramadre es una de las tres membranas que envuelven y protegen el cerebro y la médula espinal. La más externa, y que está en contacto con el interior del cráneo y el canal medular, es la duramadre. Esta membrana no es muy elástica y ante una tracción o una posición mantenida en el tiempo puede presentar restricciones dando unos síntomas muy característicos en el recién nacido.

Así, en partos prolongados, instrumentados o durante la tracción que se realiza para ayudar en el nacimiento del bebé, la duramadre puede sufrir un estiramiento excesivo provocando una retracción de su tejido como respuesta derivando en tensión dural. También en situaciones en las que antes de nacer el bebé está mucho tiempo encajado en la pelvis de la madre, tiene poco espacio o está en una posición incómoda la duramadre puede estar más acortada de lo normal.

Esta tensión dural provoca un gran malestar en el bebé ya que le obliga a adoptar una postura corporal en extensión, arqueando su cuerpo, en lugar de la posición en flexión natural del recién nacido.

Un bebé con tensión dural presenta las siguientes características.

  • El bebé está irritable y llora con frecuencia.
  • Tiene alteraciones en el sueño y no descansa bien
  • Es capaz de levantar la cabeza desde los primeros días: Este signo a veces pasa desapercibido por los padres que lo confunden con un logro prematuro. Contrariamente, un recién nacido no tiene sostén cefálico y su posición es de flexión del cuello.
  • Se estira hacia atrás y no tolera que lo cojan en posición de flexión ni le gusta el porteo.
  • Dificultades en la lactancia: La posición arqueada y rígida del bebé dificulta el agarre.
  • Hipersensibilidad al tacto (a veces rechazan los masajes o el baño) y a los sonidos.
  • Duermen boca arriba con la cabeza mirando al techo o se estiran de lado formando un arco con su cuerpo.
  • Alteraciones del neurodesarrollo

 

Tensión miofascial

Esta condición se refiere a la tensión y restricción en los músculos y la fascia, el tejido conectivo que rodea los músculos, que puede ocurrir en los recién nacidos debido a diversos factores durante el embarazo y el proceso de parto. Para aliviar la tensión miofascial, se pueden utilizar diversas técnicas, como la terapia manual. Algunas causas de tensión miofascial en el recién nacido son:

  • Posición Intrauterina: Durante el embarazo, la posición del feto puede influir en el desarrollo de la tensión miofascial. Si el bebé está en una posición poco óptima, puede experimentar compresión en ciertas áreas, lo que puede llevar a tensiones musculares.Parto Difícil: Un parto prolongado o complicado, que implique el uso de fórceps o ventosas, puede causar tensiones en los músculos y la fascia del bebé. Estas intervenciones pueden generar estrés físico en el cuerpo del recién nacido.

Las consecuencias de tensiones miofasciales en el nacimiento pueden ser:

  • Bebé irritable y llanto prolongado
  • Disminución de la libertad de movimiento
  • Alteraciones del neurodesarrollo
  • Alteraciones en el sueño
  • Dificultades en la lactancia

 

Disfunción craneal

En el parto o durante las últimas semanas del embarazo, el bebé puede sufrir una presión excesiva en su cráneo. Aunque varias semanas después del nacimiento los efectos de esta compresión se suelen resolver de manera natural, en numerosas ocasiones estas tensiones en las membranas y huesos del cráneo no se resuelven solas y requieren tratamiento de osteopatía pediátrica.

Estas disfunciones son más probables tras un parto difícil, cuando el bebé es muy grande, por una posición fetal complicada o en partos instrumentados.

Cuando esta compresión en el parto no se corrige de forma natural puede desencadenar una serie de consecuencias que suelen manifestarse en el bebé como un malestar general a pesar de que el cráneo tenga una apariencia simétrica. En este caso el bebé puede presentar estas características:

  • El recién nacido está irritado y llora constantemente.
  • Se lleva las manos a la cabeza o se estira del pelo.
  • Alteraciones en el sueño
  • Alteraciones digestivas articulo cólicos: Por compresión en el agujero rasgado posterior por donde sale el nervio Vago.
  • Dificultades en la lactancia: Por compresión de algunos nervios craneales que intervienen en la función de la lengua, músculos de la deglución y músculos orofaciales.
  • Deformidades craneales: por presión sobre una zona ósea, por acabalgamientos entre huesos o compresión en las suturas craneales.

 

Tratamiento de osteopatía pediátrica

Tras el nacimiento es conveniente realizar una revisión de osteopatía pediátrica para detectar posibles disfunciones que deben resolverse lo antes posible. Se recomienda esperar hasta las dos semanas de vida para dejar que algunas disfunciones se puedan solucionar de forma natural. Ahora bien, si el bebé muestra signos y síntomas importantes como llanto prolongado sin un diagnóstico médico, dificultades en la lactancia materna o deformidad craneal importante, se debe realizar una consulta antes de este periodo.

Después una valoración minuciosa se procederá al tratamiento mediante terapia manual. Las técnicas son suaves y no invasivas. Siempre se procede a la terapia tras explicar a la familia las disfunciones halladas y el tipo de tratamiento indicado.

La prontitud del diagnóstico normalmente pronostica una resolución más rápida de los problemas, por ello es importante una detección precoz de cualquier alteración. En la Clínica de Fisioterapia y Osteopatía Verónica Fabado de Valencia estamos formados en fisioterapia y osteopatía pediátrica y trabajamos para mejorar la calidad de vida del bebé y sus familias.

 

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