IMPORTANCIA DEL DIAFRAGMA
Cuando se habla del diafragma, lo más frecuente es que se relacione de inmediato con la respiración. Se conoce el término de “respiración diafragmática” y la importancia que tiene en ejercicios de relajación. Pero, aunque el diafragma es el músculo principal de la respiración, tiene otras importantes funciones en nuestro organismo que nos permiten tener un estado de salud pleno.
El diafragma es un músculo plano y con forma abovedada que separa la cavidad torácica de la abdominal. Se inserta en el perímetro de las últimas costillas, en las vértebras lumbares y la parte final del esternón, formando de esta manera el suelo de la caja torácica. Cuando este músculo se contrae, se aplana y desciende hacia el abdomen dejando espacio para que los pulmones se llenen de aire. Cuando se relaja sube, ayudando al vaciamiento de los pulmones durante la espiración.
El diafragma juega un papel fundamental en el equilibrio de nuestro organismo ya que está directamente conectado con muchas estructuras de nuestro cuerpo. Es por ello que su buen funcionamiento es indispensable para lograr un buen estado de salud.
¿Qué funciones tiene el diafragma en nuestro organismo?
Las principales funciones de las que es responsable el diafragma son:
- Función respiratoria: siendo el principal músculo de la inspiración cuando se contrae.
- Función digestiva: las compresiones que produce el diafragma en las vísceras abdominales cuando desciende ayuda al buen funcionamiento digestivo. El diafragma ayuda al movimiento visceral. Además, el esófago atraviesa el diafragma por un orificio llamado hiato esofágico. El diafragma ayuda en la función de cierre al esfínter propio del estómago llamado Cardias, evitando el reflujo del contenido del estómago hacia el esófago.
- Función circulatoria: El movimiento del diafragma sobre la cavidad abdominal ejerce un movimiento de bombeo que ayuda a la evacuación venosa y linfática y colabora con la irrigación arterial.
- Influencia postural: Los pilares del diafragma son unas prolongaciones de tejido que se insertan en las vértebras lumbares interviniendo en la estabilidad vertebral.
- Regulación del sistema nervioso autónomo: el sistema nervioso simpático y el parasimpático deben funcionar en armonía. En algunos momentos puntuales puede ser necesario el predominio de uno de los dos sistemas, aunque este desequilibrio no debe alargarse en el tiempo porque las consecuencias pueden ser negativas. Lo más frecuente es que debido a situaciones de estrés y ansiedad nuestro organismo funcione demasiado tiempo según los parámetros del sistema nervioso simpático, lo que lleva a un aumento de la frecuencia respiratoria y cardíaca, de la tensión arterial y un estado de alerta excesivo. Esta situación de simpaticotonía tiene consecuencias negativas como taquicardia, hipertensión, un sistema inmunitario deprimido, problemas de sueño, contracturas musculares, cefaleas… Un control de la respiración diafragmática, con disminución de la frecuencia cardíaca puede ayudarnos a disminuir el predominio parasimpático del sistema nervioso.
- Ayuda a eliminar tóxicos: A través de la respiración eliminamos toxinas, pero la mayoría de la población solo utiliza una parte de toda la capacidad respiratoria. Una mala práctica, la postura incorrecta o factores como el estrés hacen que el diafragma no realice bien todo su recorrido y por tanto la ventilación sea menos eficiente y con mayor gasto energético. Un problema en la movilidad del diafragma por exceso de tensión, alteraciones de la caja torácica o alteraciones en la inervación también pueden llevar a un trabajo deficiente del diafragma.
¿Qué síntomas se relacionan con un problema en el diafragma?
Normalmente, relacioneamos con problemas en el diafragma los siguientes síntomas:
- Sensación de opresión en el pecho, dificultad para respirar, dolor costal.
- Dificultad para respirar.
- Dolor en la espalda.
- Problemas digestivos
¿Cómo podemos abordar los problemas del diafragma a través de la osteopatía y la fisioterapia?
En la Clínica Verónica Fabado sabemos que el diafragma es un elemento clave en la salud, por ello es una de las estructuras que evaluamos de forma habitual en cada consulta.
Después de evaluar la tensión muscular del diafragma y su función, valoramos también otros parámetros como la postura, la movilidad costal, la mecánica vertebral, la tensión abdominal y el estado de la región cervical por donde salen los nervios frénicos que se encargan de la inervación diafragmática.
A la hora de decidir el tratamiento siempre nos basaremos en resolver las disfunciones halladas en la evaluación previa. Mediante técnicas de terapia manual, ejercicios respiratorios y consejos posturales conseguimos restablecer el funcionamiento del diafragma y la mejora de los problemas que se puedan haber desencadenado por su mal funcionamiento.