DISPLASIA DEL DESARROLLO DE CADERA Y FISIOTERAPIA PEDIÁTRICA
A pesar de que el principal tratamiento de la displasia congénita de cadera es ortopédico, la fisioterapia pediátrica juega un papel esencial en el tratamiento global del bebé.
La fisioterapia pediátrica tiene la labor de acompañar el proceso de inmovilización de la cadera del bebé mediante una ortesis y la posterior recuperación de la movilidad, integración de reflejos primitivos y seguimiento del neurodesarrollo.
¿Qué es la displasia del desarrollo de cadera?
La displasia del desarrollo de cadera es una afección de la articulación de la cadera donde la cabeza del fémur no encaja de forma correcta en el acetábulo (cavidad en la pelvis) y esto, provoca riesgo de luxación. Puede afectar a las dos caderas o solo a una (en este caso se afecta más frecuentemente la cadera izquierda). También se le conoce como luxación congénita de cadera y aparece en tres de cada mil recién nacidos
Esta situación es más frecuente en niñas y se suele presentar desde el nacimiento o en los primeros meses de vida.
En ocasiones se puede ver asociada a tortícolis congénita, por lo que siempre que se presenta un caso de displasia del desarrollo de la cadera o de tortícolis se debe determinar si se dan las dos afecciones.
Factores de riesgo de displasia del desarrollo de cadera
Los principales factores de riesgo de displasia del desarrollo de cadera son:
- Bebé primogénito.
- Posición de nalgas durante el embarazo.
- Sexo femenino.
- Antecedentes familiares de este trastorno.
- Bebé de gran peso al nacer.
- Embarazos múltiples
- Partos prematuros.
Diagnóstico de la displasia del desarrollo de cadera
Desde la primera exploración tras nacimiento en la sala de partos y en las sucesivas revisiones médicas, se realizan técnicas de detección temprana de displasia del desarrollo de cadera, donde se comprueba la movilidad de la cadera y su estabilidad. Si tras el examen físico, el pediatra sospecha de un diagnóstico de displasia, puede solicitar una ecografía. La mayoría de estas afecciones se diagnostican en las primeras revisiones, pero en algunos casos, a pesar de obtener resultados negativos en las exploraciones iniciales se diagnostica pasados unos meses.
Algunos síntomas frecuentes que puede observar la familia son:
- Asimetría de los pliegues de los glúteos del bebé
- Limitación de movilidad de las caderas: Podemos observarlo al cambiar los pañales al bebé o al vestirlo.
- Disminución del movimiento en el lado del cuerpo con displasia de cadera.
- Pierna más corta en el lado con la luxación de la cadera.
Tratamiento médico de la displasia del desarrollo de cadera
Si el diagnóstico se realiza temprano (antes de los 6 meses) el tratamiento habitual para la displasia del desarrollo de cadera es la colocación de una férula ortopédica terapéutica que asegure la colocación correcta de la articulación, como el arnés Pavlik. Este arnés es un dispositivo que mantiene la cabeza del fémur bien ubicada en su acetábulo y debe llevarse de forma constante durante varios meses hasta que la cadera sea estable. Este es un método resolutivo en la mayoría de los casos.
Si la displasia del desarrollo de la cadera se diagnostica después de los 6 me
ses de edad o el uso de arnés no ha corregido la displasia puede ser necesario recurrir a la cirugía.
El neurodesarrollo del bebé con ortesis terapéutica
La displasia del desarrollo de cadera requiere un tratamiento ortopédico desde edad muy temprana, lo que provoca un movimiento activo limitado de las extremidades afectadas. Esto puede interferir en el desarrollo motor del niño, sobre todo en bebés menores de un año, etapa en la que se adquieren los principales hitos del neurodesarrollo.
En octubre de 2013 se publicó el artículo “Desarrollo locomotor en pacientes con displasia del desarrollo de cadera y pie equino varo congénito que recibieron tratamiento ortopédico antes del año de vida. Estudio prospectivo comparativo” de los autores J.J. Masquijo, L. Campos, A. Torres-Gómez, V. Allende. En este artículo se concluye que el tratamiento ortopédico de la displasia de cadera en niños menores de un año retrasa levemente el desarrollo locomotor normal.
Fisioterapia pediátrica en el neurodesarrollo en un bebé con ortesis de cadera
El uso de una férula terapéutica para tratar la displasia del desarrollo de cadera supone muchas dudas a los padres en cuanto la estimulación del bebé mientras dura el tratamiento. Durante los meses del tratamiento el bebé debe llevar de forma continuada el arnés, por lo que la movilidad de caderas estará muy limitada y aunque puede mover rodillas y pies, el movimiento global del miembro inferior estará condicionado. El desarrollo motor del bebé no podrá seguir su patrón habitual, pero podemos ayudar durante este período de diferentes maneras.
El bebé necesita estímulos en todos los ámbitos: físico, sensorial, emocional, afectivo, social, … A continuación, hablaremos sobre todo de la estimulación a nivel físico y sensorial, aunque los estímulos afectivos, emocionales y sociales se encontrarán implícitos siempre.
Estimulación sensorial mediante el tacto
A través del tacto podemos transmitir afecto, pero además es la forma en la que el bebé empieza a trazar un mapa corporal en su cerebro. Al tocar sus manos, sus pies, su cuerpo, el bebé recibe unos estímulos sensitivos en su piel que le aportan mucha información sobre sus límites corporales y su ubicación en el espacio. Podemos aprovechar el momento después del baño para dar más estímulos a los miembros inferiores, sobre todo a las zonas que suelen estar cubiertas. Podemos utilizar diferentes texturas, caricias, pequeñas presiones… para trabajar la propiocepción.
Estimulación mediante el movimiento
Mecer a un bebé para que se calme es algo casi instintivo, pero además tiene otros múltiples beneficios. Mediante el movimiento el bebé desarrolla el equilibrio, su orientación espacial, su control postural, mejora su tono muscular y el control de sus ojos.
Coger al bebé en diferentes posiciones, con movimientos suaves ayuda al desarrollo de su sistema vestibular, muy necesario en cualquier ámbito de la vida.
Otra forma de estimular mediante el movimiento es con el porteo ergonómico. A la vez que nos movemos el bebé se balancea con nosotros mejorando su tono muscular, su postura y su control visual.
También es importante facilitar que el bebé pueda moverse libremente en distintas posiciones, tanto boca arriba como boca abajo. Siempre que no haya una contraindicación médica y cuando el bebé esté despierto y vigilado por un adulto, podemos colocar al bebé boca abajo para obtener todos los beneficios del tummy time. En el caso del bebé con arnés de Pavlik podemos colocar una almohada debajo de su torso para facilitar la posición. Así podrá descubrir el mundo desde otra perspectiva, vencer la fuerza de la gravedad al intentar levantar la cabeza y moverse en posiciones diferentes. Esto fortalecerá sus músculos y lo preparará par etapas posteriores.
Estimulación visual
La visión es un sentido que está muy poco desarrollado en el nacimiento, pero podemos ayudar a que vaya madurando. Al principio el bebé no es capaz de fijar la mirada, pero ya sabemos que estimulando el movimiento podemos ayudar a que la visión sea más estable. Más tarde, hacia los tres meses, desarrolla la capacidad de seguir objetos en movimiento, será capaz de seguirnos cuando nos movemos. A esa edad debemos ponerle distintos objetos a los lados (tanto si está boca arriba como boca abajo) y podemos moverlos para que los sigan con la mirada. También podemos utilizar patrones de alto contraste para lograr su atención. Estos patrones son láminas con dibujos geométricos en blanco y negro, a veces también se incluye el rojo. Al bebé le llama mucho la atención porque al principio lo que mejor ven son figuras que destacan mucho de su fondo. Por último, debemos recordar que la coordinación óculo-manual es importante para iniciar los volteos, por ello estimular con objetos para que los alcancen les facilitará la consecución de los giros de boca arriba a boca abajo y a la inversa cuando acaben con el tratamiento ortésico.
Estimulación auditiva
La audición del bebé está presente en el útero materno, está acostumbrado diferentes sonidos por lo que cuando nace le calman los latidos del corazón o la voz de sus padres. Hablarle estimula la madurez del lenguaje y es un estímulo que le hará moverse hacia el sonido.
Podemos utilizar sonidos sueves para llamar su atención y estimular el movimiento de la cabeza hacia ellos.
Por último, debemos recordar que el mejor estímulo que tiene el bebé somos nosotros. Nuestro contacto, nuestra voz, nuestro olor, bailar con el bebé, mirarle a la cara, mecerlo… son la mejor herramienta.
Fisioterapia pediátrica tras la retirada de la ortesis terapéutica
Durante el tiempo de duración del tratamiento el bebé ha tenido limitada la movilidad de miembros inferiores y tras la retirada es importante revisar el estado de su neurodesarrollo, valorar si existen movimientos o posturas asimétricas y dar unas pautas a la familia para poder trabajar en casa. Cada caso es particular y se debe valorar de forma específica.
En la Clínica de Fisioterapia y Osteopatía Verónica Fabado hacemos valoraciones individuales del neurodesarrollo de cada bebé, evaluando los hitos alcanzados, y acompañando a las familias a conseguir un desarrollo saludable y satisfactorio.
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